jueves, 28 de enero de 2010

... y cavar sobre la cruz.

Temporada 2 - Episodio 5

"[...] Mirá, estoy intentando encontrar mi lugar,
pero puede ser que no sea aquí donde me siento segura;
todos aprendemos a cometer errores.

[...] Si alquien se preocupara en clasificar
los corazones rotos y las mentes retorcidas,
entonces así yo podría encontrar en quien confiar."

Paramore - Misguided Ghosts (2009)


Quien haya sentido los graves penetrar en sus zapatillas All Star sabrá de lo que estoy hablando. Quien haya podido sentir el olor opaco, seco y amargo de la madera del piso cuando todavía la luz blanca muestra la verdadera edad de las paredes, y las cicatrices del piso cuenten escuetamente una historia de la última noche en que ha sido habitado ese lugar, y tengas que saludar gente que tal vez nunca hayas visto antes como si te conocieras desde el primer día; y que seguramente no la vuelvas a ver.

Quien haya estado bajo esas luces sabrá de lo que estoy hablando. Quien haya sentido el frío de los pasillos, y el calor insoportable de las lámparas, los murmullos de fondo, los bajos de una canción que no te importa reconocer, y los agudos que en dirección contraria nunca te harán sentir ese dolor punsante que causa escuchar el maldito "biiip" cuando te apoyes en la almohada esa misma madrugada; pero que inevitablemente lo terminarás escuchando, porque ya no hay forma de escapar de él.

Quien haya bajado de la vidriera del rock y su primer pensamiento fuere no querer salir de la obscuridad sabrá de lo que estoy hablando. Quien hubiera querido cerrar los ojos y no pensar que todavía quedaba el trabajo más duro por hacer, y que el resto del mundo seguiría girando, y que uno no podría girar aunque así lo quisiera, porque inevitablemente también ama todo lo que no se movería con el resto; y que luego, al pasar el tiempo, se olvidaría de todo y volvería a repetir lo mismo sin pensar... o sin importale.

Del otro lado del mundo las cosas no son tan distintas. Las luces queman igual, los agudos ensordecen, y la vidriera sigue latente. Los punks se vomitan mutuamente, los darks se baten los pelos conjuntamente, los emos se deprimen recíprocamente. Pero no nos importa; somos lo que somos, vamos a donde queremos, nos vestimos como nos da la gana, comemos sin culpas, tenemos nuestra propia opinión, no nos dejamos etiquetar, hacemos lo que tenemos ganas, y si realmente nos da la gana nos vomitamos, nos batimos los pelos o hacemos que los demás se depriman, pero sin restricciones, sin convicciones creadas por la gente que nos estampa la ropa, sin compromisos sociales.

Sin embargo, allí estamos. Pasamos nuestra primera audición como banda, y ya tenemos luz verde para presentarnos en Vicius Circle cuando estemos preparados.


Volvimos a las tablas Cina.


Gracias.


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