lunes, 15 de febrero de 2010

Los dragones emigraron hacia el oeste.

Temporada 2 - Episodio 6


"La incoformidad para mí es una bendición [...] y hay muchos sentimientos negativos que conducen a positivos, lo que pasa es que nos han enseñado a no trabajar, entonces cuando uno se encuentra con un sentimiento negativo se planta, y ahi viene la depresión, el Prozak, el psiquiatra y la muerte."

Fernando Peña, Isla flotante, Episodio 1: "Arroz con leche".



Durante años fue una fecha especial. Cuando enero llegaba a su fin la gente comenzaba a hacerme las mismas preguntas, cuándo es, qué se va a hacer, dónde vamos a comer, a qué hora vamos a ir. Algunas veces reservábamos mesa en un restaurant, otras recorríamos las calles del barrio chino comiendo lo que se vendía en los puestos. Esperábamos que pasara el dragón, el león y el viejito. Año Nuevo Chino era sin duda un festejo al que no podíamos faltar, algo que solamente ocurría ese día, y durante el resto del año el barrio chino de Belgrano seguía siendo tan aburrido como siempre, con las mismas comidas de siempre, las mismas chucherías, y las mismas viejas chismosas.

Finalmente estoy acá, en China, el lugar de donde viene todo eso que nos parece exótico, extraño, inadecuado, espiritual. Pero aquí todo es normal. No hay chaofan de carne de perro, ni brochettes de cucarachas, ni monjes shaolin caminando por las calles. Los estudiantes comen fideos instantaneos comprados en el kiosko, no existen los cybercafé, y luego de seis meses todavía no he encontrado el "Té con leche perfecto", y comienzo a creer que no existe.

Y aún así llegó año nuevo, durante muchos días, varias semanas, la gente se preguntaba que iba a hacer para esa fecha, en la que hay diez días feriados. Quienes tenían familia en el país iban a visitarla, quienes vivían en paises cercanos compraban, aunque disconformes, pasajes de avión a casi el doble del precio normal, y el resto planeaba viajar al sur, donde el pronóstico prometía días de sol y aventuras a granel, a diferencia del clima de Taipei, que según se espera lloverá hasta que termine el feriado.

Decidimos quedarnos. Ver los festejos. Ser parte del pueblo. Ver los dragones, los leones, la alegría del pueblo. Sin embargo nos encontramos con un pueblo fantasma.

La tradición es simplemente cenar a las 18hs, limpiar la casa, rezar, y quedarse despierto hasta las 6 de la mañana. Se dice que cuanto más tiempo pasen los hijos con sus padres, más tiempo vivirán estos últimos. No hay brindis a las 12, no hay regalos (salvo los famosos sobres rojos), las visitas a vecinos y amigos se hacen en cualquier momento (supongo que por el aburrimiento de estar tanto tiempo en la casa). Pero fuera de casa, es un pueblo fantasma.

Ya pasaron cuatro días, en la calle casi no hay colectivos, los taxis solo quieren llevarte si no es lejos, el subte pasa cada tanto. Los mercados, restaurantes, negocios, kioskos, panaderias, tiendas de bebidas, todos cerrados. No hay donde cenar fuera de Burger King, McDonalds o Pizza Hut, hasta el Subway está cerrado.

Hoy prendí la tele cinco minutos, y decidí apagarla cuando en una publicidad un nenito dice en chino "Que aburrido que es año nuevo!"

Asi que aquí estamos, sumergidos en la depresión de año nuevo, sin receta para comprar Prozak, y sin psiquiatras que hablen español. Por lo menos, no llegaremos a la muerte.


Feliz? año nuevo para todos!


y lo que sean Tigre, a cuidarse.