martes, 25 de octubre de 2011

La otra mano

“Forgive me, Bug, but yore ideal man, he don´t sound very rill-istic.”

The Other Hand – Chris Cleave


Abro mi blog. Leo la fecha del último post. Me deprimo. Y Nacho tiene razón, no es fácil mantenerse escribiendo, pero siempre vuelvo, cada tanto, cuando puedo.

Yevette le decía a Little Bee que su hombre ideal no le sonaba muy real, pero ¿qué hombre ideal es real?. Y cuando yo contaba de la ciudad en la que elegí vivir los últimos dos años mucha gente me miraba asombrada pensando “lo que es el primer mundo”, pero también mucha gente me miraba asombrada pensando “nunca pensé que eras tan ingenuo”. Y mi intención no es venderle a nadie la idea de vivir en Taipei, porque por un lado no es un lugar para cualquier occidental y, por el otro, cuantos más occidentales vengan más se va a degenerar el lugar. O no?

¿Cuánto está dispuesto uno a cambiar por su ciudad ideal?. Y me refiero a pequeños detalles. Si ves una moneda en el piso, ¿le dejarías ahí porque no te corresponde tomarla?,¿y si es una billetera?. Si no viene nadie a la vista, ¿cruzarías por la senda peatonal en rojo?. Y si por una semana seguida ves una campera en el respaldo de una silla en un lugar público, ¿no te la agarrarías?, ¿y si es un celular en un baño público de una estación de subte?, ¿y si es una moto con las llaves puestas?. Realmente, ¿serías capaz de cambiar para mantener el equilibrio de la sociedad en la que vivís?.

Estos son todos casos reales. Yo no levanto monedas del piso, nadie tocó mi billetera olvidada en un bar, nunca cruzaría en rojo aunque no viene nadie, mi campera estuvo una semana completa olvidada en una silla de una universidad pública, mi amiga se olvidó el celular en un baño de subte y al otro día lo retiró en la boletería, y he visto gente que se olvida la llave puesta en su moto. Y es así también que cuando salgo en bici nunca le pongo candado, si ves alguien con la mochila abierta es solo porque se olvidó de cerrarla y si alguien pasa corriendo pegado a vos no es porque te está choreando.

Llamame ingenuo, o boludo por no tomar ventaja, o inocente por creer que se puede vivir sin miedo, o mentiroso si este escenario no encuadra en lo que te tocó vivir. Pero hoy vengo con pruebas.

Me hice fanático de sacar fotos con cámaras de rollo, y así como ya tengo tres cámaras analógicas me dispuse a empezar a utilizar filtros. Así que me metí en internet y me compré 21 filtros para mi Holga 135BC. La página (como si fuera mercadolibre) me avisa que el producto está en HongKong y me lo van a mandar por correo. Voy al kiosko, abro mi cuenta en el cajero automático y pago los filtros; a los cinco días recibo el paquete en mi domicilio, tal como fue prometido por el vendedor.

Y como sé que no me iban a creer, acá está la foto del paquete, cerrado únicamente por un hilito que da dos vueltas alrededor de un botón. Así éste paquete voló desde HongKong hasta Taiwan, fue llevado hasta el correo de mi barrio, el cartero lo llevó hasta mi universidad, la seguridad del dormitorio lo recibió y me entregó en mano. Y nadie lo abrió? Nadie sacó nada? Nadie lo escupió adentro?. No.

Y no suena real, y tal vez el hombre ideal no existe, pero con lo que tengo me conformo. Vivir tranquilo, pero también aportar para seguir así.